Repartidores por plataforma proponen ley para tener acceso a seguridad social sin perder flexibilidad
Colectivos de repartidoras y repartidores enviaron a la Secretaría del Trabajo un proyecto para reconocer sus derechos de acceso a prestaciones sociales y también trabajar de forma autónoma e independiente.
Las organizaciones Nosotrxs, Ni Una Repartidora Menos y Ni Un Repartidor Menos presentaron al gobierno de México una propuesta de ley que busca garantizar que las personas repartidoras tengan acceso a la seguridad social y condiciones laborales dignas, preservando un modelo flexible de trabajo.
El proyecto plantea reformar la Ley Federal del Trabajo, agregando un capítulo en el cual se reconozcan los derechos de quienes utilizan las plataformas digitales de reparto ―como DiDi Food, Rappi y Uber Eats― para generar ingresos.
Las organizaciones buscan que la legislación establezca el derecho de acceso a la seguridad social, abarcando los esquemas de beneficios ante enfermedades y maternidad; riesgos de trabajo; invalidez y vida; retiro, cesantía en la tercera edad y vejez; así como el acceso a guardería y prestaciones sociales.
Al mismo tiempo, la iniciativa plantea determinar que las personas repartidoras se acogen a un modelo flexible de trabajo a través de las aplicaciones digitales, en la cual fijan de forma autónoma y voluntaria sus horarios, las zonas geográficas, los medios y los mecanismos para llevar a cabo sus tareas, y la no exclusividad con una plataforma ni la subordinación laboral a la misma.
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Entre el articulado del proyecto, los colectivos piden que la ley reconozca los siguientes derechos para este sector de la economía colaborativa:
- Ser tratados con dignidad por las personas que interactúan en las plataformas, incluidos restaurantes y clientes.
- No discriminación y derecho a denunciar acoso sexual.
- Conocer y acceder en cualquier momento a las condiciones de uso de cada plataforma digital.
- Autodeterminar sus tiempos de conexión y desconexión.
- Registrarse en una o varias aplicaciones sin ningún acuerdo de exclusividad.
- Derecho a tener otras ocupaciones.
- Libre y autónoma determinación de horarios, zonas geográficas, medios, mecanismos e instrumentos de trabajo.
- Asociarse de manera libre y voluntaria.
- Derecho a un seguro contra accidentes y de vida.
Ni Una Repartidora Menos, Ni Un Repartidor Menos y Nosotrxs quieren que se conserve el modelo de trabajo flexible e independiente que hasta ahora ha caracterizado a este sector, y que además es uno de sus rasgos más valorados.
En ese sentido, la propuesta sugiere que sólo aquellos repartidores, conductores y demás personas ocupadas en plataformas digitales que cuenten con más de 30 horas efectivas conectados a las aplicaciones, a la semana durante al menos cuatro semanas consecutivas, tengan derecho a afiliarse ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Cumplir con este requisito implicaría que los colaboradores de las plataformas tienen esta ocupación como su principal fuente de ingresos, ya que se trata de una actividad que puede llevarse a cabo de forma temporal o incluso extraordinaria.
De acuerdo con el proyecto de las organizaciones, las aportaciones al IMSS se realizarían de forma tripartita entre las plataformas digitales, el Estado y las personas repartidoras bajo la Ley del Seguro Social.
Nosotrxs, Ni Un Repartidor Menos y Ni Una Repartidora Menos aseguraron que todas estas disposiciones están orientadas a mejorar sus condiciones laborales, tomando en cuenta las necesidades de este sector y con el objetivo de preservar la flexibilidad de estos nuevos esquemas.
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Los colectivos entregaron la iniciativa a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en espera de que incluya sus propuestas en la reforma laboral que está elaborando.
En octubre, la titular de la dependencia, Luisa María Alcalde, dijo que el gobierno promovería una reforma para regular el trabajo a través de las aplicaciones tecnológicas.
Si bien las tres organizaciones coinciden en la necesidad de brindar garantías laborales y sociales, se oponen a un marco regulatorio rígido que no les permita conectarse “a las horas que queramos, donde queramos y para tantas plataformas como queramos”.
A diferencia de estas asociaciones, existen otros grupos que pugnan por una regulación más tradicional, en la cual se establezca que las personas repartidoras prestan sus servicios de manera subordinada y mediante un esquema asalariado, lo cual rompe con un modelo de negocio de la economía digital.
En este caso, tendrían que rendir cuentas a un patrón (las plataformas) y ceñirse a una categoría laboral que determinaría sus ingresos, pero también obligaría a actividades.
No obstante, Nosotrxs, Ni Un Repartidor Menos y Ni Una Repartidora Menos alegan que estas agrupaciones no representan los intereses del sector, pues sólo buscan ganar dinero a costa de cuotas sindicales.Además del desacuerdo, los planteamientos vertidos en el documento contrario, el llamado Manifiesto de Piso Mínimo, serían difíciles de cumplir debido a que tendrían que medirse las horas de conexión de los repartidores para clasificarlos constantemente y fijar un salario, sin que tengan la libertad de generar ingresos de forma autónoma.
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