La robotización de los procesos productivos, un crecimiento emergente
2 de Enero de 2020
Las empresas buscan cada vez más la eficiencia en la ejecución de proceso, la mejora de la calidad de los servicios y, claro está, la reducción de costes para aumentar la rentabilidad. La tecnología es una herramienta al servicio de estos objetivos.
- La automatización robótica de procesos, también conocida por las siglas en inglés RPA (Robotic Process Automation), es una tendencia creciente en las grandes empresas.
- El software comienza a tener elementos para interpretar y puede comenzar a tomar sus propias decisiones.
En todas las empresas y, por qué no, en las administraciones públicas, existen un sinfín de procesos administrativos, tareas muchas de ellas repetitivas y que no aportan, generalmente valor en la empresa, simples actos rutinarios de gestión que suelen tener elevados costos al exigir para estas tareas la intervención de personal.
Las nuevas tecnologías han incorporado la creación de robots o bots capaces de realizar, en un principio, muchas de esas tareas básicas repetitivas, pero que, combinados con la implementación de otras tecnologías, como puede ser la inteligencia artificial, pueden alcanzar a otro tipo de tareas más complejas que, incluso progresivamente, puedan ir sustituyendo tareas donde la valoración o la intervención humana, hoy nos puede parecer imprescindible.
La automatización robótica de procesos, también conocida por las siglas en inglés RPA (Robotic Process Automation), es una tendencia creciente en las grandes empresas. Hay quien habla de una nueva economía denominada "Bussines 4.0". De hecho, la implantación de este tipo de proyectos es algo creciente y en muchas empresas son ya una realidad.
Es una inversión importante, pero, este tipo de soluciones tienen una alta realidad, los robots pueden funcionar las veinticuatro horas del día, por lo que su productividad está garantizada y, según a que se apliquen, permiten tener una atención al cliente a cualquier hora del día.
Los robots de RPA imitan las acciones humanas, como puede ser abrir aplicaciones, mover archivos y carpetas, copiar y pegar datos, rellenar formularios, abrir correos electrónicos y archivos adjuntos, extraer datos estructurados de navegadores, responder cuestionarios, atender preguntas básicas... Un proceso automatizado que tiene unos límites y que escala a los seres humanos cuestiones donde se requiere tomar decisiones y valoraciones.
Pero claro, estas decisiones pueden servir de aprendizaje y entrenamiento cuando a las soluciones robóticas básicas incorporamos aplicaciones de inteligencia artificial. El software comienza a tener elementos para interpretar y, según las pautas y los elementos que se van incorporando en el aprendizaje, puede comenzar a tomar sus propias decisiones. Esto es lo que puede ser un fututo próximo, no tan lejano, y los expertos ya hablan de que para el 2025 veremos muchas experiencias de este tipo.
Hoy podemos hablar de RPA más básicos, pero que ya son una realidad. Los procesos donde esta innovación es de mayor aplicación en las empresas son los de cuentas para pagar, gastos de viaje y activos fijos, según un estudio realizado por Deloitte.
Ejemplos de la aplicación de RPA en empresas
Un proveedor de RRHH que procesaba más de 2.500 certificados de bajas médicas donde los procesos eran altamente repetitivos, automatizó los procesos hasta cubrir un 90 % de los casos reduciendo el proceso manual al 5 % y consiguiendo un 0 % de errores.
Una cadena internacional de tienda automatizó los procesos de cierres de caja diarios, sustituyendo el proceso manual altamente costoso, permitiendo que los empleados puedan dedicarse a otras tareas donde aporte más valor.
RPA versus derecho del trabajo
La aplicación de RPA en la mejora de la eficiencia y la productividad encuentra el temor que supone esta nueva revolución tecnológica en el mercado de trabajo. A este respecto podemos traer a colación dos resoluciones judiciales, una en Francia y otra muy reciente en España donde se ha tratado el impacto de la robotización en el derecho del trabajo.
Hace unos meses comentamos en esta sección la automatización realizada en Francia por Crédit Mutuel e IBM. El sistema Watson de IBM que se implantó en Crédit Mutuel Sud-Est ayudaba a administrar los abundantes correos electrónicos recibidos por los gerentes de cuenta y priorizar las respuestas. La "inteligencia" del sistema redirige los correos, según las palabras clave que contienen, a los responsables que corresponda según las habilidades previamente definidas por el jefe de la oficina en vista de la solicitud o tratándolas por orden de prioridad debido a la urgencia que presentan que, además, se le señala al usuario. El Tribunal francés considero que la implantación no suponía un cambio de las condiciones de trabajo de los gerentes de cuenta.
Por el contrario, el Juzgado de lo Social de las Palmas de Gran Canaria consideró como improcedente un despido objetivo de un trabajador que trabajaba en las oficinas centrales de Lopesan como oficial de contabilidad, hasta que, en diciembre del año pasado, la firma adquirió la licencia de Jidoka, un RPA para la gestión de cobros. Esta máquina, destaca el fallo, "realiza tareas desde las 17.15 hasta las 6.00" en los días laborales, y "en los festivos trabaja 24 horas". "Se pasa de que los trabajadores hagan uso de un instrumento de producción para el desempeño de su trabajo, a que el instrumento de producción haga ese trabajo por sí. Aquí no se produce un cambio en el medio o instrumento de producción, lo que se produce es la sustitución de un trabajador por un instrumento. Lo contrario sería tanto como considerar al trabajador un instrumento y la aparición de un robot o bot un cambio en ese instrumento", concluyendo el juez que "esto no puede ser tenido como una causa justa para un despido objetivo procedente, por cuanto lo contrario implicaría favorecer, so pretexto de la competitividad, la subestimación y minimización del Derecho al Trabajo".
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