Hacia el Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI
Mucho
se viene hablando sobre la constitución de un nuevo reglamento laboral que
reforme la normativa redactada y aprobada por primera vez en el año 1980. Un
cambio que necesita del consenso de los agentes laborales, con lo que el
Ministerio de Trabajo ya ha establecido sus primeros contactos.
El
Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI, como desde el Gobierno vienen a
llamarlo, pretende poner en marcha “la gran reforma del derecho laboral” para
“cambiar la realidad” y reformar una normativa antigua con “tintes
autoritarios”.
Avances
normativos
Los
pasos que define el Gobierno para ello están siendo marcados a fuego con una
serie de reformas que este año están impulsado un cambio más que considerable
en el espectro laboral. Empezando por la ansiada reforma
laboral que el Gobierno de coalición peleó por aprobar hasta el
último momento.
En
este sentido, desde Trabajo se refieren a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)
como medida clave para posibilitar la aprobación de leyes de igualdad
retributiva para las trabajadoras de España y para los trabajadores
vulnerables.
Es en
este sentido, precisamente, donde la hoja de ruta del nuevo Estatuto centra
toda su atención. Según refuerza la ministra y vicepresidenta segunda, Yolanda
Díaz en cada discurso, "la precariedad tras la reforma laboral se va a
acabar".
Tras
la reforma que ocasiono la primacía al contrato indefinido para acabar con la
temporalidad, restringiendo sus posibilidades, la regulación por la indemnización por despido que
quiere llevar a cabo el Ejecutivo tiene ahora la intención de disuadir al
empresario de extinguir el contrato y, a la vez, reparar el daño al trabajador.
Es un
ejemplo de que el Ministerio de Trabajo aún quiere maniobrar en este sentido y
continuar avanzando en los “derechos de los trabajadores”. Con otro de los
puntos fuertes redireccionando esfuerzos al colectivo joven, con el ejemplo del Estatuto del Becario y su
objetivo de mejorar las condiciones de trabajo y formación de los estudiantes.
Negociación
del algoritmo
La
actualidad, sin embargo, nos lleva al punto intermedio que representa el algoritmo,
el mecanismo informático que
permite realizar previsiones y adoptar decisiones en el ámbito laboral, ya que
Trabajo esta barajando su negociación para que esté incluido en el nuevo
Estatuto.
Su
importancia radica en el hecho de que las empresas, carecen por el momento de
la obligación de negociar este
algoritmo. Una herramienta que toma como base proporcionar información sobre
las decisiones automatizadas sin intervención humana que afecten a los
trabajadores, así como de los parámetros en los que se basan estas fórmulas.
Para
entenderlo, hay que saber que algunas empresas ya han empezado a utilizar la inteligencia artificial para
adoptar decisiones de selección de personal, gestión de turnos o ajustes de
plantilla, entre otros.
Por
tanto, su negociación con la representación legal de la plantilla permitirá
ajustar las variables, parámetros u otras características del algoritmo. Así lo
establece el Ministerio de Trabajo en la Guía sobre la obligación empresarial de
información sobre el uso de algoritmos, que ya ha sido presentada.
Por
ejemplo, según se destaca en su texto, aunque las empresas no están obligadas a
negociar el algoritmo, deben hacerlo en el caso de que se utilice en el marco de un despido colectivo. La
negociación de esta herramienta debería ser parte del periodo de consultas que
establece el Estatuto de Trabajadores que, eso sí, todavía no tiene fecha de
abordaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario