"Tuve que demostrar más pulcritud en el trabajo por ser mujer, joven y estar con el jefe"
En Estados Unidos las empresas pueden obligar a sus trabajadores a comunicar que mantienen una relación sentimental, o incluso prohibirla. En España, sin embargo, prevalece el derecho a la intimidad
Madrid
En los últimos años, varios directivos en Estados Unidos han abandonado sus puestos por mantener relaciones sentimentales con trabajadoras de la misma compañía. Uno de los casos más sonados ha sido el del presidente de la CNN, Jeff Zucker, que renunció al descubrirse que era pareja de una compañera. En 2020, Bill Gates abandonó la junta directiva de Microsoft por vincularse sentimentalmente con una empleada. Poco antes, McDonald’s despidió a su director ejecutivo Steve Easterbrook por la misma razón.
En Estados Unidos las empresas pueden obligar a sus trabajadores a comunicar internamente que mantienen una relación sentimental entre ellos, y es ya habitual —símbolo de empresa moderna— que esto figure en el código de conducta de una compañía. Las empresas pueden incluso prohibir una relación entre empleados y establecerlo como causa de ruptura de un contrato laboral. En Europa, sin embargo, ninguna norma ampara esta prohibición y despedir a un trabajador por este motivo "podría ser constitutivo de una vulneración del derecho a la intimidad", señala la abogada laboralista Paloma Zamora.
"El trabajo puede ser un infierno, pero es también un ecosistema donde se compite y se coopera. Es un reflejo de todo el abanico de las personalidades humanas", explica el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga. A medida que pasan los años y cada vez menos gente nueva se incorpora a nuestro círculo de amistades, ese ecosistema se convierte en una de las esferas más importante de la vida social. En esta cuarta entrega de la serie Tenemos que hablar nos preguntamos qué sucede cuando la vida íntima y la laboral confluyen en un solo espacio.
Pilar y Paco se conocieron trabajando en el aeropuerto. Él era su jefe y ella, dieciséis años menor. "Cuando se dan estas situaciones se ve la sociedad reflejada. Yo tuve que demostrar más pulcritud en el trabajo por ser mujer, joven y estar con el jefe", reflexiona Pilar. Algo similar a lo que pensó Cristina cuando hace más de diez años comenzó la relación con su actual marido, entonces su jefe en una empresa de construcción: "Me preocupaba el qué dirán y esa idea preconcebida de que no te puedes liar con el jefe".
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