Uno de cada dos autónomos reconoce no tener conocimiento suficiente de las prestaciones que les generan sus cotizaciones a la Seguridad Social de aquí que un estudio de ATA y Fundación Mapfre concluya que hay que abordar una campaña de concienciación entre el colectivo.
En España, como en la Unión Europea, los trabajadores autónomos representan alrededor de un 14 % del cómputo global de trabajadores, en total 3 millones en nuestro país. Sin embargo, muchos de ellos desconocen los derechos asociados a tributar bajo el régimen del RETA.
Es cierto que con la última subida de la cuota mínima de los trabajadores autónomos a la Seguridad Social (283,32 €/mes cuya base de cotización es de 944,4€/mes para 2019) se habló de pagar 5€ más al mes a cambio de elevar el techo en cuanto a sus beneficios sociales. Para ello se subió el tipo mínimo de cotización general del 29,80% a un tipo obligatorio del 30%. Este nuevo tipo se reparte: un 28,30% para contingencias comunes, un 0,90 para contingencias profesionales, un 0,70 para cese de actividad y un 0,10% para formación profesional.
La nueva regulación favorecía así las previsiones sociales de los trabajadores autónomos. Sin embargo, gran parte de sus beneficiarios, siguen desconociendo los derechos que les asisten. La idea dominante en el imaginario continúa siendo la de indefensión cuando las cosas fallan.
Para averiguar el grado de desconocimiento de los trabajadores autónomos ante la previsión social, la Asociación
ATA y la
Fundación MAPFRE han realizado
un estudioconjunto para el que se han apoyado en la consulta a 1.800 trabajadores autónomos -un 60% con más de diez años al frente del negocio- y en “una extensa revisión bibliográfica”.
De las conclusiones extraídas del estudio se puede hacer un primer esbozo de los males que aquejan a este colectivo. Esta es la imagen que ofrecen:
-Bases de cotización: El 86% de los autónomos cotiza por la base mínima. Un tercio de los encuestados justifica esa decisión por la falta de ingresos. Otro tercio condiciona un posible cambio de su base a la inclusión de mejoras en las coberturas sociales que genera su fiscalidad. Es decir, que estarían dispuestos a cambiar y subir su base de cotización si las prestaciones que actualmente ofrecen al colectivo fueran más favorables. No obstante, un 13,2% no cambiarían no por esas dado que prefieren invertir el dinero en la contratación de planes privados.
-La edad influye: Según aumenta la edad, también aumenta el número de autónomos que deciden cotizar por bases superiores. De los autónomos menores de 25 años, el 85,1 % cotiza por la base mínima, frente a un 42,6 % de los mayores de 55 años que eligen esta base. “Por este motivo se han instaurado mecanismos encaminados a fomentar un adelantamiento de la subida de las bases de cotización, estableciéndose para 2019 una base máxima de 2.077,80 €/mes para los autónomos mayores de 47 años, cuyas bases anteriores no hayan superado los 2.052 €/mes. Salvo algunas excepciones, para los mayores de 47 también se eleva la base mínima a 1.018,50 €/mes y a 1.214,10 €/mes para los que, superando los 50 años, sean autónomos societarios o hayan tenido más de diez trabajadores dados de alta”, especifica el estudio.
-Como empleadores: Son mayoría (52,8 %) los participantes en el estudio que desarrollan su actividad sin contratar a ningún empleado, pero un alto porcentaje de la muestra (47,2 %) sí cuenta con algún empleado a su cargo.
-Alto grado de desconocimiento y desinformación. El principal hallazgo del estudio ‘El trabajador autónomo ante la previsión social’ tiene que ver con el desconocimiento de los derechos sobre protección social que les ofrece a los autónomos su condición de cotizantes al RETA. Así, un 54,9%, es decir uno de cada dos autónomos, reconocen no tener conocimiento suficiente de las prestaciones que les generan sus cotizaciones a la Seguridad Social y únicamente uno de cada tres autónomos – el 33,7% – considera que sabe lo básico. Por ejemplo, los participantes en el estudio no tienen del todo claro si coberturas como la maternidad/paternidad, lactancia o riesgo por embarazo están dentro de sus cotizaciones.
-Lo que saben: En lo que respecta a las contingencias comunes, saben que tienen derecho a asistencia sanitaria (un 62%), baja por enfermedad no derivada de la actividad profesional (58,5%), jubilación (47,1%), baja por maternidad/paternidad (30,1%), accidente laboral (20,8%), lactancia y riesgo en el embarazo (11,2%), cese de actividad (8,6%) y Ns/NC (12,5%). En cuanto a las contingencias profesionales, dos de cada tres autónomos sabe que estar cotización le da derecho a la prestación en caso de accidente laboral. Frente a esto, uno de cada cuatro autónomos cree erróneamente que las contingencias profesionales cubren también la asistencia sanitaria. En este sentido, un comunicado de ATA aprecia entre el colectivo un desconocimiento de las prestaciones que cubren las diferentes contingencias por la que cotizan. “Uno de cada cinco autónomos cree que las contingencias comunes le dan derecho a la baja por accidente laboral o enfermedad profesional, cuando esta prestación la incluye la cotización por contingencias profesionales, cotización por la que hasta el 1 de enero de 2019, únicamente cotizaban el 19% de los autónomos. Tras las últimas medidas aprobadas todos los autónomos ya cotizan por contingencias profesionales”, aclaran.
-Lo que no saben. El estudio analiza también cual es la valoración que hace este colectivo del sistema de Seguridad Social en general y cómo lo ven en comparación con la carga impositiva y los servicios del resto de países europeos. Así, seis de cada diez autónomos, el 59,8% suspenden a la Seguridad Social y un 62,6% considera que el sistema español está por debajo o muy por debajo del resto de países europeos.
“Parece clara la falta de información, en este sentido, por ser España punta de lanza en la igualdad de derechos de los trabajadores autónomos, siendo el único Estado que cuenta con un
Estatuto del Trabajo Autónomo, pieza fundamental en la igualdad de los derechos de los trabajadores”, señala
José Luis Perea, vicepresente de ATA.
Asimismo, en líneas generales, consideran que el sistema de coberturas de la Seguridad Social en su caso es peor que el que le reporta la contratación de servicios privados. De hecho un 41,2% tiene contratado un plan de pensiones, 28,3% la asistencia sanitaria privada, el 13,9% un plan de ahorro, 11,5% mutuas de accidente de trabajo. Aun así, tampoco la valoración de estos sale bien parada.
En definitiva, el estudio “El trabajador autónomo ante la previsión social” refleja “un colectivo de trabajadores por cuenta propia que acumula un alto grado de desconocimiento o desinformación sobre el ámbito de las prestaciones sociales. Un colectivo de autoempleadores que viven una constante inestabilidad legislativa cambiante, que declara una baja valoración de las prestaciones sociales incluidas en sus cotizaciones, y del sistema de protección social en general. Un colectivo de autónomos que recurre moderadamente a sistemas de protección privados, a los que otorga también una escasa valoración y sobre los que se declara, mayoritariamente, desconocedor”.
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