Ex psicóloga de colegio Carlos Holzapfel gana demanda por acoso laboral: debe ser reintegrada y recibir más de $8 millones en indemnización
Aunque se espera una eventual apelación a la sentencia de primera instancia, el fallo acredita una compleja trama de acciones de parte de la dirección del establecimiento.
“Romina tú tienes que elegir, entre ser madre o trabajadora, no se puede ser ambas”.
Este fue la especie de ultimátum que, según consta en la carpeta judicial, recibió la psicóloga Romina Inostroza (35) mientras prestaba funciones en el Complejo Educacional Carlos Holzapfel. El hecho ocurrió el 26 de octubre de 2021 y la frase fue lanzada por quien era la directora del establecimiento en ese tiempo, Mariel Caniulao. La escena quedó registrada en la demanda por acoso y tutela laboral que presentó la profesional en contra del departamento de Educación Municipal y en la que ya hay un fallo de primera instancia. En este se sentencia el reintegro de Inostroza a sus labores en Carlos Holzapfel (había sido cambiada de establecimiento) y al pago de una indemnización de $8.779.414.
Si bien el fallo es recurrible en la Corte de Apelaciones, en los hechos, es la primera sentencia judicial que zanja de manera parcial un conflicto público entre un grupo de profesores de ese establecimiento y el equipo directivo. De hecho, el problema se ha ventilado en tres niveles: una en Contraloría que se encuentra en tramitación, otra con un sumario administrativo que tiene suspendida de sus funciones a la ex directora Mariel Caniulao y esta última de carácter judicial que favoreció, en primera instancia, a la psicóloga.
Según la demanda que se encuentra pública en el sistema del Poder Judicial, Romina Inostroza comenzó a trabajar el año 2013 como psicóloga en Carlos Holzapfel. El texto agrega que en septiembre de 2020 fue madre, por lo que gozaba de los beneficios otorgados por la Ley, entre ellos el pre y post natal y posteriormente el derecho de amamantar a su bebé, por lo que podía llegar una hora más tarde a su lugar de trabajo. Además, pidió dos licencias médicas que le permitieron estar de vuelta en su puesto en agosto de 2021. Una vez terminado este proceso, y aún con goce del permiso de amamantamiento, el texto dice que comenzó a tener problemas con quien, en ese entonces, era la jefa de la Unidad Técnica Pedagógica (UTP), Mariel Caniulao.
“Que a los pocos días de haber retornado a sus funciones, luego de los post natales y licencias respectivas, Agosto del año 2021, se enteró por parte de sus compañeros de trabajo que la Jefe de UTP Sra. Mariel Caniulao, estaba realizando comentarios despectivos en su contra a sus espaldas, señalándoles inclusive en las reuniones y consejos de profesores expresiones tales como: ‘que no debería haber vuelto a trabajar, y que mejor se hubiese quedado en la casa cuidando a la guagua’; ‘que el colegio necesita personas que trabajen y no sacadoras de vuelta’, ‘que sus llegadas más tarde al trabajo se debían a que se quedaba durmiendo hasta tarde, y no por amamantar a la guagua’, etc. Dichos comentarios fueron presenciados y escuchados por sus colegas doña Ingrid Fernández, y don Gustavo Reyes, entre otros”, se lee en la demanda.
El texto agrega que si bien, en principio, los tomó como algo anecdótico, con el tiempo el problema se fue agudizando: “Los comentarios de pasillo persistieron y aumentaron durante los días en el establecimiento refiriéndose además a ella como una ‘tonta de vacaciones’, ‘floja’, ‘mujer emocional’, etc.”.
El problema se agudizó y comenzó a traerle problemas físicos y emocionales, según se lee. A fines de agosto tuvo una hora médica y fue diagnosticada con una serie de problemas relacionados al trabajo. Entre ellas ansiedad, inestabilidad emocional, preocupación excesiva, agorafobia, irritabilidad, nerviosismo, insomnio de conciliación, fatiga, astenia, anergia, anhedonia leve, alteración de la concentración, atención y memoria, y múltiples molestias psicosomáticas, generadas por dinámica laboral. Por lo mismo recibió una licencia médica por 21 días con el diagnóstico de trastorno de ansiedad mixto.
Pero según se lee en el fallo, la licencia no le entregó tranquilidad a la profesional, ya que mientras se encontraba con el beneficio le solicitaron vía correo electrónico informes sobre un caso en el que participaba previo a la licencia. “La jefe de UTP sabiendo que se encontraba con licencia médica y que dicha información se encontraba en manos de otros miembros del establecimiento, le envió el correo con la única intención de hostigarle presionándole emocional y psicológicamente, haciéndole sentir mal”, dice el texto judicial.
El asunto empeoró cuando en octubre de 2021 Caniulao asumió como directora subrogante del establecimiento. “Este hecho marcó un antes y un después en la escuela, toda vez que la convivencia laboral se hizo insostenible. La directora subrogante se potenció aún más y comenzó a ejercer de manera directa, constante y periódica hostigamientos, medidas de presión, malos tratos, humillaciones, comentarios fuera de lugar y discriminatorios en contra de su persona como asimismo en contra de otros colegas del establecimiento”, se lee en el sistema judicial.
Y así se llega al diálogo que abre esta nota, el que también queda registrado en la demanda. “Con fecha 26 Octubre de 2021, la directora Subrogante señora Caniulao le citó verbalmente a su oficina expresando que debía conversar un tema delicado con ella. Asistió a su oficina y le pregunto en tono intimidante y desafiante: ‘…Romina ¿qué harás con tu hora de lactancia? Llegas todos los días tarde…’ Esta pregunta le descolocó absolutamente y sorprendida le respondió, que ingresaba una hora más tarde a su jornada laboral para ejercer el derecho de alimentar a su hija, y que dicho permiso además lo había autorizado la antigua directora”, dice el documento, en el que se agrega: “Frente a su respuesta la señora Caniulao de forma irónica le dijo: ‘…Romina tú tienes que elegir, entre ser madre o trabajadora, no se puedes ser ambas’. ‘Si quieres surgir debes trabajar duro y levantarte más temprano para alimentar a tu guagua’”.
Luego de eso, y ante la respuesta de la psicóloga, el documento agrega que la ahora directora le dice: “Si tú no eliges bien, el próximo año quizás no podrás continuar en el establecimiento, ya que necesitamos otro perfil de trabajadores”.
Despido que no fue
Los problemas de convivencia, se explica en la demanda, continuaron. Y a fines de diciembre fue citada por la dirección de Educación Municipal a una reunión. En ella se le dice formalmente (se le entrega una carta), en que se le anunciaba que no continuaría desarrollando labores en el sistema público de Pucón. Es decir, se terminaba el trabajo para ella. Era despedida.
El problema de lo anterior es que en enero la llaman nuevamente y le comunican que no podían hacer efectiva la salida porque los recursos para la indemnización legal, aún no eran ingresados formalmente al sistema público local. Por lo mismo, debía seguir hasta, al menos, el segundo semestre de 2022. Pero había algo más, no seguiría en Carlos Holzapfel, sino que en la escuela El Claro como psicóloga en el Programa de Integración Escolar (PIE). El problema es que según la demandante, ella no tenía competencias técnicas para hacerlo.
“Todas estos hechos le afectaron profundamente, ya que las actuaciones post despido que finalmente nunca ocurrieron por parte del Departamento de Educación Municipal solo han aumento su crisis emocional, cuyo germen viene del acoso laboral que sufrió por parte de la directora (s) doña Mariel Caniulao, sintiéndose un objeto con el cual se juega libremente, encontrándome en un vaivén interminable de malos tratos, discriminaciones, humillaciones, no sintiéndose valorada. Sin tener una estabilidad emocional y laboral”, dice la demanda.
Según la demanda, se vulneran una serie de derechos laborales y psicológicos de la profesional, por lo que decidió interponer la demanda de tutela laboral. Según los descargos de la municipalidad, ellos niegan haber vulnerado derecho laboral alguno de Romina Inostroza; aunque sostienen que en el contexto de la pandemia y la vuelta a clases se vivió un proceso de sobrecarga laboral y emocional propia de la circunstancia que vivía el país. En todo caso, la administración pública local deberá afinar y profundizar en estos argumentos con vistas a una eventual apelación a la Corte. Eso, aunque al menos, este primer round judicial ya tiene como ganadora a la psicóloga Romina Inostroza. Falta, eso sí, ver cómo termina este enfrentamiento que puede llegar, eventualmente, hasta la Corte Suprema.
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