martes, 18 de febrero de 2025

LABORAL / DESPIDO. Estados Unidos. Trabajadores federales se movilizan contra los despidos de Musk.

Trabajadores federales se movilizan contra los despidos de Musk

UNA ENTREVISTA CON
Traducción: Pedro Perucca


El ataque de Donald Trump y Elon Musk a los trabajadores federales amenaza no sólo a los empleados del gobierno, sino a las condiciones laborales en toda la economía y la viabilidad de servicios cruciales. Pero los trabajadores federales se están uniendo para contraatacar.

La segunda administración Trump comenzó con un ataque total al funcionamiento del gobierno de los Estados Unidos. En abierto desafío a la ley, el presidente cerró unilateralmente agencias federales como la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor. En el Departamento del Tesoro, el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk accedió a los sistemas de pago en un intento de cortar selectivamente los pagos ordenados por el Congreso. Y la Oficina de Administración de Personal le envió un correo electrónico a más de dos millones de empleados civiles del gobierno federal, animándolos a aceptar indemnizaciones y renunciar a sus trabajos o enfrentarse a la posibilidad de ser despedidos arbitrariamente más adelante, en una medida con la que Musk dijo que esperaba eliminar el 10 por ciento de todos los empleos federales.

Para comprender cómo esta embestida está afectando a la fuerza laboral federal y cómo los trabajadores están contraatacando, Jacobin habló con Colin Smalley, empleado del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Es presidente del Local 777 de la Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos (IFPTE), así como organizador de la Red de Sindicalistas Federales (FUN). En esta entrevista, Smalley explica cómo los ataques a los empleados federales suponen un peligro no solo para ellos y para el funcionamiento del gobierno, sino para las condiciones de toda la clase trabajadora. 

Háblame un poco de tu formación, de lo que haces y de cómo llegaste a tu puesto actual.

Soy de Chicago y trabajo para el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos en esa ciudad. No puedo hablar en nombre de la agencia para la que trabajo, así que estas son mis opiniones personales y como presidente de mi sindicato.

Soy geólogo de formación y trabajo en uno de nuestros departamentos de permisos protegiendo las inversiones que el país hizo en cosas como diques, presas, puertos y vías fluviales. Llevo trece años en el Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Trabajé en varias oficinas diferentes en todo el país, pero llevo unos siete años en Chicago.

Durante los últimos cinco años, fui presidente del Local 777 de la Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos. La IFPTE es un sindicato de la AFL-CIO. El local que represento es un sindicato integral, por lo que tenemos miembros que son científicos e ingenieros, economistas, planificadores, trabajadores administrativos y analistas de presupuestos. Pero también tenemos guardaparques, operadores de equipos y mecánicos, e incluso una tripulación de remolcadores en el lago Michigan. Así que representamos a una unidad de negociación muy diversa.

Por si sus lectores no lo saben, el gobierno federal tiene un sistema de representación conocido como «taller abierto». Así que representamos a todos los trabajadores, se hayan unido o no al sindicato, en términos de negociación colectiva y como individuos que podrían ser involucrados en una investigación o algo así.

Antes de venir a Chicago, trabajé en el distrito de Kansas City. También dirigí el sindicato de empleados allí, pero en realidad era una sección local del Sindicato de Trabajadores. Antes de eso, cuando estaba en la universidad, formé parte del sindicato de profesores. Soy hijo de un profesor sindicalizado y nieto de un profesor sindicalizado. Mi madre y mi abuela fueron activistas sindicales en el estado de Misuri, donde los profesores no tienen derecho a la huelga y ni siquiera a una negociación colectiva real y completa, sino apenas a lo que llaman «reunirse y conferenciar». En esas condiciones, tuvieron que ser creativas y adaptables en su activismo. Así es como llegué a dirigir un sindicato local de trabajadores del sector público

¿Cómo están enfrentando los ataques de la nueva administración contra la fuerza laboral federal? ¿Cuál es el estado de ánimo entre los trabajadores? ¿Y cómo está reaccionando la gente ante cosas como el memorando que pide renuncias?

Elon Musk se está apoderando del gobierno y trayendo consigo prácticas bien documentadas que estas llamadas empresas de evasión sindical aplican en el sector privado. Intentan confundir a todo el mundo y sembrar la discordia. Intentan sembrar el miedo y convencer a todos de que su situación es desesperada. Y, sea legal o no, tienen un poder y un control enormes en este momento. Así que están tomando medidas que asustan a la gente y que la hacen sentirse indefensa, deprimida, confusa y molesta.

Pero la otra cara de la moneda es que los trabajadores federales llevan mucho tiempo siendo atacados. Esto es una escalada. Es una desviación dramática que va más allá de las normas de comportamiento. Muchas de estas exigencias son descaradamente ilegales, si no inconstitucionales. Pero son, en muchos sentidos, una continuación o una escalada de una tendencia de larga data de desfinanciar a los trabajadores y utilizarlos como peones políticos y chivos expiatorios.

Tenemos cierres y amenazas de cierres de organismos de gobierno. Tenemos resoluciones continuas que dicen que el propio sistema está roto y que es un despilfarro. Y son los trabajadores federales los que reciben la culpa de esas ineficiencias.

PF

Elon Musk, un multimillonario no elegido por el voto, anda por ahí tratando de hacer recortes presupuestarios aleatorios, afirmando que encuentra despilfarro y fraude por todas partes, sin dar nunca ejemplos reales. ¿Cuál es tu respuesta para alguien que se cree eso?

CS

Mi respuesta a las personas que se creen eso es que se trata de educación cívica básica. La mayoría de los trabajadores del gobierno se financian con asignaciones del Congreso. Y eso suena muy elegante y muy inaccesible. Pero la realidad es que enviamos representantes de nuestras comunidades para que tomen decisiones sobre cómo se gasta el dinero federal. Cuando voy a trabajar, cuando mis compañeros trabajadores federales van a trabajar, no trabajamos en cosas para las que el Congreso no nos ha dado dinero, eso sería ilegal. Cada año, a veces varias veces al año, asistimos a cursos de formación para entender cómo funciona la ley fiscal en Estados Unidos.

Así que nuestro trabajo está determinado por las prioridades del Congreso. Y así es como debe ser. Los trabajadores federales, ya sea que estén en el Poder Ejecutivo, como la mayoría de nosotros, o en alguno de los otros poderes del gobierno, van a trabajar en un puesto donde ellos no establecieron las prioridades ni los objetivos.

Se supone que las diferentes ramas del gobierno deben trabajar juntas para determinar esos objetivos y limitarse mutuamente. Y cuando eso sucede, como ocurre todos los días, hacemos cosas como asegurarnos de que las ciudades no se inunden. Nos aseguramos de que los barcos puedan entrar en los puertos y las barcazas puedan bajar por las vías fluviales. Nos aseguramos de que los puentes puedan levantarse para despejar el camino. Esos son ejemplos de mi agencia, pero se pueden ver por todas partes. Nosotros, como trabajadores federales, nos aseguramos de que una persona que contribuyó a su comunidad toda su vida no termine en la miseria, sufriendo en la calle en su vejez. Nos aseguramos de que los niños que necesitan tratamiento médico puedan recibirlo. Nos aseguramos de que nuestros parques tengan césped y aire que podamos respirar. Nos aseguramos de que haya peces en el río en lugar de productos químicos que se incendien.

PF

Lo que está sucediendo es terrible para los trabajadores federales, pero ¿qué peligro representa esta situación para la clase trabajadora en su conjunto?

CS

Durante más de cincuenta años, el gobierno federal mantuvo explícitamente una política de ser un empleador modelo para el resto de nuestra economía. Las personas que hoy se están apoderando por la fuerza de nuestro gobierno son las mismas que querrían que orináramos en botellas en la parte trasera de una furgoneta de Amazon, o que trabajáramos ochenta horas a la semana, o que muriéramos en un almacén durante un tornado o un huracán. Son literalmente las mismas personas, y lo que quieren hacernos creer es que no hay alternativa.

Y no estamos hablando solo de las pensiones. No estamos hablando solo de teletrabajo o cosas por el estilo. Estamos hablando de la semana laboral de cuarenta horas. Y cualquiera que esté familiarizado con el concepto de trabajo organizado entiende que incluso en un área de derecho al trabajo, incluso en el mercado laboral más duro, un sindicato mejora las condiciones laborales de todos los trabajadores de ese mercado.

La prueba de que los trabajadores federales no son un montón de vagos y holgazanes es el hecho de que todo el mundo ve los beneficios de nuestro trabajo a diario.

El gobierno federal es eso para toda nuestra economía. Y lo que estos tipos están tratando de hacer es eliminar al gobierno federal como modelo de empleador, lo que reducirá las condiciones y los estándares laborales para todas las personas de la clase trabajadora. Y luego intentarán decirte que no hay otra alternativa, porque no tendrán al gobierno federal como ejemplo en contra de lo que están diciendo.

PF

¿Cuál es la situación general de la sindicalización en el gobierno federal? ¿Y cómo están reaccionando su sindicato y otros sindicatos ante la situación?

CS

Aproximadamente la mitad de los trabajadores federales que pueden ser representados por un sindicato están actualmente representados. Muchas de las unidades de negociación se han dividido y fracturado en algunos lugares, lo que dificulta la organización. Creo que, si se utiliza un modelo tradicional de jurisdicciones y sindicatos bien definidos que eviten pisarse los unos a los otros, eso puede ser realmente contraproducente para la construcción de un poder sectorial en el gobierno federal.

Somos varios los que estamos trabajando para desarrollar una estrategia sectorial. La llamamos Red de Sindicalistas Federales (Federal Unionist Network, FUN, por sus siglas en inglés). Desde su origen, está concebida como un movimiento de base que no se ata a afiliaciones sindicales, agencias del gobierno federal ni a distintos oficios o sectores industriales. La diversidad en todos estos aspectos fortalece nuestro poder y nos permite apoyarnos en las luchas de los demás. Creo que este proyecto en el que nos estamos embarcando es un complemento fundamental para el trabajo que realizan los sindicatos nacionales.

Preguntaste qué están haciendo los sindicatos. Durante las últimas tres semanas, a medida que presenciamos estos comportamientos atroces por parte de la administración, también vimos a nuestros sindicatos realizar manifestaciones y presentar demandas. Mi sindicato local presentó una queja contra la Oficina de Administración de Personal porque, por lo que sabemos, esta es la primera vez que una administración intenta negociar directamente con todos los empleados federales al mismo tiempo. Así que presentamos ese reclamo, que va a abrirse camino a través del proceso.

Hay un lugar para la acción legal y burocrática y el papeleo. Lo digo con cariño, como un tipo que se gana la vida tramitando permisos. Si es necesario, acudimos al arbitraje, a la Autoridad de Relaciones Laborales (Labor Relations Authority) o a los tribunales. Todas esas cosas tienen su lugar. Creo en el estado de derecho del que tanto le gusta hablar al Partido Republicano y no me parece que esté muerto todavía.

Pero también creo que debemos complementarlo con un enfoque amplio, abierto y radical. Las reglas del juego están cambiando a nuestro alrededor y tenemos que estar preparados para adaptarnos. Ser capaces de escalar y pivotar son las habilidades que nuestro movimiento va a necesitar.

FUN se reunió en Washington, DC, hace unos años. También tuvimos una reunión fantástica en Labor Notes, a mediados del año 2023. Hemos estado hablando de este enfoque sectorial, de negociar por el bien común y de esta capacidad de tender puentes a través de líneas que tradicionalmente habrían detenido las colaboraciones.

Así que en eso estamos, trabajando como complemento de lo que están haciendo nuestros sindicatos nacionales. Y ambos tienen su lugar. Es realmente emocionante ver ahora cómo todos estas ruedas giran al mismo tiempo.

PF

¿Cuándo se creó la Red de Sindicalistas Federales?

CS

Tanto si quieres llamarlo FUN como FU Network, dependiendo de cómo te sientas, es una red informal de sindicalistas de base. Empezamos de manera muy informal en 2021. Estábamos tratando de unirnos en torno a la necesidad de que el Senado confirmara una mayoría a favor de los trabajadores en la Autoridad Federal de Relaciones Laborales durante la administración del presidente Joe Biden.

El presidente Biden había hecho los nombramientos y estaban ahí para su confirmación, pero eso no estaba sucediendo. A diferencia de Donald Trump, que simplemente despide a los miembros de estas juntas de forma ilegal, Biden permitió una mayoría antiobrera que causó daños legales a los trabajadores durante más de un año. Los trabajadores estaban sufriendo por la inacción del Senado.

Y así nos reunimos por primera vez para hablar de ello. Hicimos una amplia campaña de envío de cartas en la que le pedíamos a los sindicatos que firmaran una carta abierta para Chuck Schumer. Y esa defensa se incorporó a la FUN.

El siguiente evento catalizador fue en la Conferencia de Labor Notes en Chicago, y tuvimos una reunión fantástica allí. Incluso tuvimos sindicalistas del sector público de Japón que asistieron a una sesión, aprendiendo sobre nuestro trabajo. Y uno de los participantes de FUN estaba trabajando con sindicalistas canadienses de su sector público.

Esto no es solo un problema del gobierno federal de Estados Unidos. Es una lucha a la que se enfrentan los trabajadores de todo el mundo. Las tendencias que muestran numerosos gobiernos del mundo hacia regímenes autocráticos y, a veces, incluso fascistas, que explotan a los empleados públicos como chivos expiatorios, lamentablemente se extienden más allá de nuestras fronteras. Así que estamos haciendo todo lo posible para ser solidarios con todos los trabajadores que podemos, especialmente en el sector federal, nuestros equivalentes en todo el mundo.

PF

¿Qué está haciendo ahora mismo la Red de Sindicalistas Federales para organizar a los trabajadores? ¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrenta? ¿Y cuáles son algunos de sus próximos pasos?

CS

Esta noche tenemos un evento en Busboys and Poets en Washington D. C., al que invitamos a todos los trabajadores sindicales federales que podamos. Habrá algunos representantes políticos que hablarán, incluida la congresista Rashida Tlaib.

Vamos a animarnos unos a otros. Me preguntaste cómo estaba el ánimo y te dije que la gente estaba asustada y preocupada. Y eso es cierto. Pero la otra cosa es que estamos encontrando fuerza en la solidaridad y esperanza en nuestra justa indignación por la guerra de clases que están avivando aquí.

Nos estamos uniendo para hablar de estas cosas y validar las experiencias de los demás para luego descubrir cómo luchar. Habrá muchos frentes. Habrá muchas formas de abordar esto. Después de la reunión de esta noche, centraremos nuestra atención en un día nacional de acción, este 19 de febrero. Le pedimos a la gente que se inscriba para comprometerse a vestir de rojo, blanco o azul, o una combinación de los tres, como forma de apoyar a los trabajadores federales y salvar nuestros servicios.

Este es el momento de un SOS. La gente debe entender que los trabajadores federales que hoy están siendo atacados representan algo que sucedió a lo largo de toda la historia de la humanidad, cuando se formaron comunidades para el cuidado común, para prestarse ayuda mutua, para apoyar a los marginados y a aquellos que necesitan algo de sus semejantes, que somos todos nosotros en un momento u otro.

Un gobierno no es más que la formalización de cosas que han sido un hilo conductor a lo largo de toda la historia. Nosotros, como trabajadores del gobierno, somos ese servicio. Somos las personas que están ahí fuera poniendo en práctica las prioridades de nuestras comunidades para cuidarnos unos a otros, amarnos como seres humanos, respetarnos y permitir que todos tengan su dignidad humana básica. Eso es algo que no podemos permitir que desaparezca.

En este día de acción, nos presentaremos en los lugares de trabajo de Elon Musk para dejar claro lo siguiente: se está metiendo con nuestros trabajos. Se está metiendo con la capacidad de nuestras comunidades para cuidarse unas a otras. También habrá gente protestando o reuniéndose, contando su verdad y sus historias, en lugares de trabajo federales, plazas públicas y cosas por el estilo. Vamos a aparecer y hacer oír nuestra voz al respecto.

Le pedimos a todos que se unan a nosotros. Inscríbase para que podamos mantenerlos informado, para que podamos seguir comunicándonos y construyendo la red que necesitamos para luchar contra estas personas ilegales e irresponsables que están tratando de apoderarse de toda nuestra sociedad.

Este llamamiento va más allá de los trabajadores federales. Es un llamamiento a todos, porque se trata de un ataque no solo a los trabajadores del sector sino a toda nuestra clase trabajadora y a toda nuestra sociedad. En este momento la lucha es por nuestra misma existencia. Por eso enviamos este SOS. La comunidad y la solidaridad son la forma en que podemos vencer a estas tácticas de miedo y caos.

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