A partir del 1 de junio, entra en vigor una nueva medida que beneficiará a las mujeres que padecen menstruación incapacitante. Según la Ley Orgánica 1/2023 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, estas mujeres tendrán derecho a una baja laboral temporal para hacer frente a los síntomas debilitantes que experimentan durante su ciclo menstrual.

Esta medida forma parte de las modificaciones realizadas a la Ley General de la Seguridad Social, con el objetivo de reconocer y proteger la salud menstrual de las mujeres. Además de la baja por menstruación incapacitante, también se reconoce el derecho a la baja por interrupción voluntaria del embarazo, independientemente de si es voluntaria o no. Asimismo, se establece la posibilidad de solicitar la baja a partir del primer día de la semana trigésimo novena de gestación.

Es importante destacar que la norma no establece requisitos específicos para solicitar estas bajas. Sin embargo, se requerirá la constatación de la situación por parte del médico de cabecera, al igual que en cualquier otra enfermedad común. En cuanto a la cuantía de la prestación económica, la norma no ofrece detalles precisos, aunque es importante señalar que las bajas por contingencias comunes suelen implicar un porcentaje de la base reguladora, siendo del 60% desde el cuarto día hasta el día 20 y del 75% a partir del día 21 en adelante.

 

Reconocimiento a la salud menstrual

 

En el caso de las menstruaciones incapacitantes y la interrupción del embarazo, el subsidio se abonará mientras la persona beneficiaria se encuentre en situación de incapacidad temporal. Aunque la norma no establece un número de días concreto para estas bajas, se espera que se ajusten a las necesidades individuales de cada mujer y su situación médica.

Esta nueva medida representa un avance significativo en el reconocimiento y protección de la salud menstrual de las mujeres. Al proporcionar un respaldo legal y permitir el descanso necesario durante períodos de menstruación incapacitante, se busca mejorar el bienestar y la calidad de vida de las mujeres que sufren estos síntomas debilitantes.

Es fundamental destacar que esta iniciativa se enmarca dentro de un enfoque más amplio hacia la salud y el bienestar de las mujeres, reconociendo la importancia de abordar las necesidades específicas relacionadas con la salud reproductiva. La inclusión de la interrupción voluntaria del embarazo como motivo de baja laboral refleja un enfoque integral y comprensivo hacia la salud de las mujeres, brindándoles el apoyo necesario en momentos difíciles y permitiéndoles cuidar de su bienestar físico y emocional.

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