El pluriempleo y los 'lujos' del siglo XXI: "Si vivo, no llego a fin de mes"
El testimonio de Nano ha dado pie a que otros cinco jóvenes más quieran contar su situación y hablar del incremento de las cifras y de los sectores más precarios.
Patricia tiene 31 años, se dedica a la gestión de redes sociales, comercio electrónico, diseño y producción y asegura que "ya ni con dos trabajos" puede vivir "holgadamente".
No tiene capacidad de ahorro y en la actualidad no cree que pueda mantenerse con un único salario: "Si estos se ajustasen a la inflación, quizá sí, pero aun así mantendría el segundo para poder concederme ciertos 'lujos': ahorro, vacaciones, ocio…".
Se habla ahora del asunto porque, a raíz del relato de Nano, el joven que consiguió emocionar a toda España tras contar cuál era su situación personal y laboral, el pluriempleo, especialmente el relacionado con el trabajo precario, se ha convertido en uno de los temas de conversación de las últimas semanas.
Y es que el joven no es el único que, como Patricia, vive realidades complejas. También le ocurre a David, un joven madrileño de 32 años y militar de la Escala de Tropa. Él tampoco puede vivir únicamente de lo que percibe por su profesión. Por eso, cuando no está de misión, trabaja de lo que puede para cubrir todos los gastos que supone estar independizado.
"Con un sueldo de aproximadamente 1.000 euros al mes, que es lo que cobramos los de bajo rango, los gastos te comen, las facturas no paran de subir, la hipoteca se me ha duplicado por el Euribor (de 180€ a 355€), la cesta de la compra no para de aumentar y la gasolina a precios de oro", argumenta.
Y de esta forma lamenta su realidad: "Gastaría mi poco tiempo libre en poder vivir, pero es que, si vivo, no llego a fin de mes o llego asfixiado y cualquier imprevisto me desmorona el año".
Vanina, una joven de 30 años y dedicada al diseño y la producción audiovisual, se encuentra en una situación similar, a pesar de contar con cuatro trabajos: "Soy docente de secundaria, tallerista cultural para un municipio y coordinadora de un espacio de producción audiovisual. Además, tengo mi propia productora audiovisual independiente. Si no tuviera estas cuatro opciones, no podría llegar a cubrir mis gastos mensuales".
Sobre su particular caso, explica que "en el ámbito artístico es muy difícil tener un solo puesto porque no está valorado", por lo que, a no ser que renuncie a su vocación, se ven "obligados a tener más de un empleo".
Tomás coincide en que este sector, el del mundo audiovisual, al que también pertenece, se caracteriza por la "inestabilidad laboral, principalmente porque los contratos indefinidos son casi imposibles de conseguir y tienes que ejercer para diferentes productoras para poder vivir y pagar gastos".
Aunque admite que "hay meses muy buenos", el problema es que "no sabes lo que te depara el siguiente, ya que quizás tengas que usar, durante un tiempo, los ahorros generados con el sueldo del mes anterior".
Hay que tener en cuenta que ninguno de ellos habla de lujos, sino de "pagar alquiler, alimentos, coche y gastos generados de los mismos como luz, agua, internet, gasolina, etc...", asegura Tomás.
Eva tiene 28 años y es maestra, pero su contrato es de "técnico superior en Educación Infantil", es decir, con niños de hasta tres años. También es una de las jóvenes con "varios empleos al mismo tiempo". De cara al futuro, espera conseguir uno acorde con sus estudios.
"Ahora tengo dos, pero si me surge alguna cosa más no digo que no porque, a pesar de que trabajo a jornada completa, el sueldo no da para mucho y nunca viene mal un complemento para pagar gastos y poder ahorrar", manifiesta.
Del mismo modo, señala que podrá vivir con uno "siempre y cuando comparta los gastos con otra persona", como en su caso: "Tengo la suerte de tener una pareja con un salario muy bueno, porque si tuviera que vivir de alquiler o pagar una hipoteca sola sería muy difícil, por no decir imposible".
El "vacío legal" del pluriempleo
Todo el mundo debería tener claro cuántas horas máximas puede trabajar, según la ley, un empleado: 40 horas semanales en cómputo anual; 9 horas diarias; y con 12 horas de descanso entre jornadas, aunque, en este último aspecto, "puede haber excepciones, por ejemplo en la hostelería".
Sin embargo, existe un "vacío legal" que permite a los ciudadanos trabajar más horas si son pluriempleados, es decir, si cuentan con varios contratos en distintas empresas.
Y así lo explica Diego Álvarez Alonso, profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Oviedo: "Estos límites se aplican de manera independiente, es decir, si una persona está pluriempleada y tiene varios contratos, cada uno de ellos tiene que respetar los límites de manera independiente, ya que no se aplica conjuntamente".
Por lo tanto, "se puede trabajar, por ejemplo, más de nueve horas al día si se tiene varios contratos" en activo. Es por eso que el docente señala que, de manera general, existe "un vacío legal, porque la ley no regula esto".
"Solo lo hace en el caso de los menores de 18 años y mayores de 16, donde sí se contempla el trabajo máximo diario, que es de 8 horas, tenga uno o varios contratos", detalla.
Contexto, para entender lo que ocurre
La pregunta es: ¿por qué hay gente pluriempleada? Aunque ha crecido en los últimos diez años, el número de personas con varios contratos no es muy alarmante, indica el profesor: "Según la EPA, esta cifra se encuentra en un 2,4% respecto al total de ocupados. Según Eurostat, está en un 2,8%. En cualquier caso, sigue estando por debajo del 3% de la población ocupada, con lo cual es un volumen poco significativo. No es algo generalizado".
No obstante, es preciso "distinguir dos tipos de pluriempleo". En algunos casos, "las personas lo eligen, incluso por vocación", pero en otros es "indeseado, es decir, hay gente que tiene que buscarse varios porque con uno solo no llega", subraya Álvarez.
"Ahora hay más pluriempleo que nunca, pero antes de la pandemia el número ya era muy parecido, por lo que esto también varía según los ciclos económicos (...) Con la Covid-19 bajó y después de superarla ha vuelto a subir a niveles que se parecen mucho, e incluso superan, a los de 2008", precisa el experto.
En cuanto a las causas del aumento, "es muy difícil saber" el porqué, pero Álvarez insiste en que "lo preocupante" es que aumente el que lo hace "de manera forzada por las circunstancias económicas"; porque un solo empleo "no proporcione ingresos suficientes".
También depende mucho del sector laboral al que pertenezca cada empleado. De hecho, según señala Nerea Zugasti Mutilva en un artículo para la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), profesora del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra (UPN), el sector servicios, el de cuidados y sanitario y el agrícola son, en la actualidad, los más precarios, laboralmente hablando.
En cualquier caso y a pesar de que las cifras, por el momento, no son las peores, se trata de una tendencia a la alta, por lo que, dentro de diez años, es posible que los datos sigan multiplicándose, como hasta ahora.
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