LABORAL / RELACIÓN DE EMPLEO. España. Precarización de los repartidores.

Más de cien entregas al día y jornadas laborales interminables: las precarias condiciones de los repartidores en España

Los salarios medios son de apenas mil euros en un sector que está precarizado, con muchos falsos autónomos y empresas pequeñas que no suelen respetar los derechos laborales

València

Las compras online, que cada vez son más habituales en nuestro día a día, han impulsado en los últimos años el sector del reparto a domicilio. En españa se calcula que trabajan 35.000 personas en este sector, sin contar los refuerzos que se contratan durante las campañas fuertes de ventas como la Navidad, cuando pueden superar los 40.000. Sus condiciones laborales son muy precarias: con horarios interminables, trabajando más de cinco días a la semana, y con un salario insuficiente, que depende directamente de lo que consigan repartir.

A pocas semanas del Black Friday y de la campaña de Navidad, un repartidor, que lleva casi 30 años trabajando en el sector en una gran ciudad valenciana, ha contado su experiencia en Hora 14 Comunitat Valenciana. Asegura que ahora las condiciones son mucho peores que antes porque ha aumentado la cantidad de paquetes que tiene que repartir para que la ruta le salga rentable: mientras hace unos años entregaba una media de entre 70 y 80 pedidos al día, ahora el mínimo son cien, y durante las campañas de venta son muchos más.

Jornadas de más de 12 horas

Este repartidor asegura que las jornadas son interminables, con más de doce horas al volante y el salario es muy precario. Los asalariados cobran poco más de mil euros y los autónomos un poco más, pero tienen que afrontar los gastos del vehículo. Explica además que las plataformas y las empresas les imponen penalizaciones si no se consigue repartir la cantidad exigida porque los clientes no estén en el punto de entrega.

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"Las ventas online dan trabajo pero generan una puja de las empresas por hacerse con los servicios y abaratan el precio por parada", añade este repartidor, que asegura que muchas veces dan un servicio que no es del todo adecuado por el estrés y el agobio que deben soportar para poder tener un sueldo digno. Sus jornadas comienzan a las siete y media de la mañana y se alargan hasta la tarde, aunque el horario depende del número de entregas que tengan cada día. También reclaman que se les pague las dietas, ya que la comida corre por su cienta.

CCOO pide regular el sector

Comisiones Obreras del País Valencià cree que hay que regular mejor el sector del reparto a domicilio de paquetes y acabar con los falsos autónomos, que según el sindicato se cuentan por miles solo aquí en la Comunitat Valenciana.

Francis Gimeno, responsable de negociación colectiva en el área de servicios, detalla que las condiciones laborales de los repartidores son muy precarias. A los sindicatos se les hace muy dificil controlarlas porque las grandes empresas, tanto de venta online como tiendas que reparten también a domicilio, subcontratan ese servicio a pequeñas empresasc que son las que llegan a los domicilios a hacer el reparto, y luego se desentienden. Urge regular mejor el sector y aumentar el número de inspectores de trabajo.

Y es que esas condiciones abusivas implican que, por ejemplo, no se les pague las horas extra a los repartidores, ni el tiempo que tardan en recoger los paquetes cada día desde las naves o que haya penalizaciones si los clientes no están en casa y no se puede entregar un pedido.

Los expertos alertan de las consecuencias del estrés

Amparo Esteve, experta en derecho del trabajo por la Universitat de València y que ha estudiado mucho los problemas de este sector, cree que es urgente abordar este problema. Insiste en que las condiciones son muy precarias: las jornadas que tienen que hacer los repartidores para conseguir un sueldo digno son interminables y, a eso, se le suma el agobio, que también tiene consecuencias en la carretera

Comisiones Obreras reclama además un convenio colectivo que unifique todas las condiciones laborales y que las grandes multinacionales se impliquen en el problema y exigan a las empresas que subcontratan que respeten los derechos laborales básicos.

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