domingo, 17 de noviembre de 2019

LABORAL / DESPIDO. EE.UU. Discriminación. Comunidad Trans y LGTBQI+


¿Un trabajador puede ser despedido por ser gay o trans? La decisión está en las manos de la Corte Suprema de EE.UU

Esta semana, todas las miradas han estado puestas sobre la Corte Suprema de los Estados Unidos: el martes escuchó tres casos que potencialmente podrían cambiar las políticas de discriminación en el trabajo de las personas LGBTQI+. El resultado determinará hasta qué punto la ley federal protege a las personas queer y transgénero bajo la Ley de Derechos Civiles de 1964 y si pueden ser despedidos simplemente por existir.
Sin duda, estos son los tres casos más importantes para la comunidad LGBTQ+ desde el fallo de 2015 de Obergefell v. Hodges, con el que lograron la libertad para el matrimonio igualitario: en esta oportunidad se presentaron Aimee Stephens, quien fue despedida por ser transgénero; y Gerald Bostock y Don Zarda, quienes fueron despedidos de sus trabajos por ser gay. Luego de la audiencia del día martes, el tribunal tendrá la oportunidad de afirmar (o negar, en el peor de los casos) que las personas LGBTQ+ tienen el derecho de trabajar para mantenerse a sí mismos y a sus familias sin el temor de enfrentar discriminación y acoso en sus trabajos.

¿Qué dicen los expertos?
Muchos analistas han dicho que la ley está directamente del lado de la comunidad LGBTQI+, ya que varios tribunales federales han decidido previamente que la discriminación contra las personas LGBTQI+ es discriminación sexual bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles norteamericana, y agencias federales como la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo (Equal Employment Opportunity Commission, EEOC) han estado investigando incidentes de discriminación contra personas transgénero desde 2012, dando un sólido precedente contra la discriminación laboral crónica.

Sin embargo, hay dudas y preocupaciones: la Corte Suprema pareció dividida el martes sobre si las leyes federales contra la discriminación protegen a los trabajadores homosexuales y trans, y los recientes nombramientos de jueces conservadores del presidente Donald Trump en la corte podrían jugar un papel fundamental en la decisión del resultado.
Las consecuencias
La decisión es una de las más importantes a las que se enfrenta el tribunal este año, y se refiere específicamente al alcance del Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que, además de proteger contra la discriminación en el lugar de trabajo por motivos de raza, religión y otras características, también prohíbe la discriminación “por razón de sexo”. Desde entonces, el tribunal ha interpretado que esa definición incluye la discriminación basada en estereotipos sexuales.
Los argumentos se referían a algunos de los temas más controvertidos del día: si esto significaría el fin de los baños unisex, si los hombres trans deberían poder competir en equipos atléticos femeninos, si los códigos de vestimenta para hombres y mujeres se convertirían en una cosa del pasado.
Los líderes de los derechos de la comunidad LGBTQI+ se reunieron en una protesta a las afueras de la Corte Suprema, diciendo que “si se casaran un domingo, podrían ser despedidos el lunes” era una posibilidad en más de la mitad de los Estados Unidos, donde no hay protección específica para los trabajadores homosexuales o transgénero. Los estados que prohíben la discriminación no son uniformes: algunos protegen sólo la identidad de género o la condición de transexualidad, y otros diferencian entre el empleo público y el privado.
¿Por qué es importante la decisión?
Aunque no se espera que la decisión se haga en breve, esta es de vital importancia para la comunidad de los Estados Unidos, sino del mundo: no solo las personas homosexuales y trans estarían discriminadas legalmente, sino que con un precedente de este tipo en la nación norteamericana, muchos países con posiciones conservadoras hacia la comunidad LGBTQI+ podrían tomar la iniciativa de implementar leyes similares.
Sin duda, estos casos presentados ante la corte suprema marcarán un antes y un después, y esperamos que el resultado apunte hacia un futuro donde todas las personas LGBTQ+ puedan ser quienes son; donde puedan amar a quienes aman; donde puedan vivir en cualquier lugar y saber que están protegidos; y donde puedan vivir con seguridad, dignidad y respeto. Ya es hora.

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