México.
La subcontratación, arma de los burgueses
En relación a la subcontratación,
las medidas ahora planteadas por algunos funcionarios o legisladores de Morena
no significan un triunfo de raíz para nuestra clase trabajadora, sino la
postura vacilante de sus representantes ante los intereses empresariales
agrupados en la COPARMEX.
LA SITUACIÓN ACTUAL que como clase trabajadora vivimos no es tan
distinta a la de hace unos sexenios, eso tal vez pueda sonar a un contra
sentido, pues sabemos que algunas cosas de forma inmediata y concreta han
mejorado: el aumento al salario, los apoyos para la educación, becas, entre
otras cosas que podrían hacernos ver un panorama “no tan malo”; sin embargo, no
debemos creer que las cosas van mejorando cuando seguimos encontrando que
millones de trabajadores son contratados por medio del outsourcing o
subcontratación. Tema que ahora es tratado por el sector empresarial y que se
plantea discutir en las próximas sesiones del Senado de la República.
En
otros números de FRAGUA hemos hablado sobre esta manera de simular
una relación laboral, de encubrirla, pues esto no significa otra cosa más que
lo siguiente: el
empresario, con tal de no hacerse responsable de sus obligaciones con su
trabajador, contrata servicios a una tercera empresa para que establezca la
relación laboral, esto, en palabras más o palabras menos, deriva en que las
asociaciones corporativas simulan la relación obrero-patronal, y esto, ofrece
sobreexplotación, más no garantías de seguridad social, jubilación,
prestaciones, u otros derechos que como trabajadores hemos conquistado y
merecemos.
Ahora
bien, ¿cuál es la postura del actual gobierno? La respuesta la hemos encontrado
en las declaraciones de María Luisa Alcalde, encargada de la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social, que ha declarado que hay outsourcing del “bueno y
del malo”, siendo este último al que se debe eliminar. Sin embargo, no debemos dejarnos confundir, debe
quedar claro: el outsourcing o la subcontratación es una forma perversa en que
los patrones se desentiendan del cumplimiento de sus obligaciones con los
trabajadores.
Y siguiendo esa línea, el Senado de
la República, en su última reforma laboral, afirmó que era una reforma
inacabada y que faltaba revisar la situación de la subcontratación, cosa que se
vería en los próximos meses, una situación que nos deja ver claramente que
ellos no van a eliminar esa forma de simulación y no están del lado correcto
del pueblo que los llevó a sus puestos, sino que están buscando garantizar el
interés económico de los empresarios por encima del derecho a un trabajo digno
y de la dignidad del trabajador.
En
las últimas semanas, el dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores
Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana y
también senador por parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena),
Napoleón Gómez Urrutia, ha dicho que en las próximas sesiones a legislar se
trabajará sobre la cuestión de la subcontratación, pues es un tema que ha estado
pendiente para la clase obrera y trabajadora, que la revisión de este tema es
algo de suma importancia, pero remarcando que buscarán regularla y no
eliminarla.
Otro personaje que ha expresado su
voz frente al tema es el también senador Pedro Haces Barba, presidente de la
Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), afirmando
que ellos darán todas las luchas que sean necesarias para eliminar el
“outsourcing malo”. Lo que ellos entienden por “malo” es ése que ha permitido
que empresas hagan malas acciones de corrupción. Y ya que son pocas las
empresas que han cumplido con los parámetros para ejercer una subcontratación
eficaz y “como debe ser”, buscan regularla, para terminar con los desfalcos,
las cuentas incompletas y la evasión de impuestos.
¿Por qué regular la subcontratación y no acabar con
ella de raíz? ¿Es preferible que un empresario gane a costa de la simulación?
¿Qué ganaremos nosotros como trabajadores con esa regulación? Estas y muchas
preguntas quedan dispersas en el aire y hace falta plantearlas y responderlas
de manera concreta y objetiva para darnos cuenta de las limitaciones que tiene
la propuesta de los senadores, diputados y funcionarios de la Cuarta
Transformación.
Mientras la subcontratación siga
siendo una herramienta eficaz de los empresarios, nosotros viviremos mal: con
bajos salarios, sin tener seguro cuando enfermamos y, al final de nuestros años
laborados sin una jubilación digna. Sólo hasta que cambie el sistema que ha
permitido que esto pase podremos afirmar el fin del neoliberalismo, es decir,
que si el capitalismo no termina de raíz, no habrá de mejorar de raíz nuestra
situación como clase. Mientras no se acabe la explotación de la clase burguesa
que ostenta los grandes medios de producción, seguiremos encaminados a tener
que vender nuestra fuerza de trabajo al mejor postor, a costa de lo que tenga
que suceder.
Las medidas ahora planteadas por algunos
funcionarios o legisladores del Morena no significan un triunfo de raíz para
nuestra clase trabajadora, el propio carácter vacilante de los senadores del
Morena por su condición pequeño burguesa hace que inclinen más la balanza hacia
los intereses de la clase burguesa (representada, entre otros organismos
empresariales, en la COPARMEX) que hacia los intereses históricos de los
trabajadores en general o de los que sufren de las consecuencias nefastas de la
subcontratación o outsourcing, como los trabajadores de intendencia del Sistema
de Transporte Colectivo-Metro.
Nosotros como OLEP hemos expuesto en
el décimo punto de nuestro Programa Mínimo de Lucha (PML) que debe garantizarse
el verdadero derecho al trabajo digno, al salario justo, a la seguridad social
y a que se respete la dignidad de los trabajadores y sus familias.
Sabemos que eso y más podremos
conseguirlo desarrollando la lucha por el sistema económico y social que
represente el conjunto de los intereses del pueblo y los trabajadores: el
socialismo. Por ello te invitamos a leer, preguntar y debatir sobre nuestras
propuestas y a sumarte a la organización popular.
¡Trabajo digno, salario justo y
seguridad social!
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la
sección Trabajo del No. 47 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de
Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Octubre, 2019.
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