Contrato laboral: comienza el debate
La reducción de la jornada laboral, hacer contratos por horas y el salario diferencial para jóvenes están en el centro de la discusión.
Con 2,6 millones de desempleados y 5,6 millones de trabajadores informales, las cifras del mercado laboral colombiano han encendido las alarmas sobre dos de los temas más álgidos que enfrenta el Gobierno nacional y que generan preocupación en la ciudadanía: el aumento del desempleo y de la informalidad.
Mientras la tasa de desempleo ha venido aumentando y se mantiene en dos dígitos (10,8%), la proporción de trabajadores en informalidad apenas cede y oscila entre el 48% y el 47%. A esto se suma que 41,9% de la población ocupada en el país trabaja por cuenta propia.
Desde que asumió como ministra de Trabajo, Alicia Arango reconoció que entre los principales retos de su cartera estaban reducir el desempleo y la informalidad y comenzó a hablar de la flexibilización de la contratación, en busca de modernizar el modelo laboral.
En lo que va de este año, influido por diferentes factores, el mercado laboral en Colombia ha mostrado signos de deterioro con reducción de la población ocupada y aumento de los desempleados y los inactivos (población en edad de trabajar que no busca empleo), lo que ha calentado el debate sobre la necesidad de aplicar medidas integrales que frenen esta tendencia.
“Desde el Gobierno lo que queremos es facilitar la formalización laboral, no complicarla”, ha señalado la ministra en varias ocasiones.
Actualmente en el Congreso se tramitan unos 14 proyectos de Ley relacionados con temas laborales, pero tal vez el más destacado es el presentado por el Centro Democrático que plantea reducir la jornada laboral semanal y el trabajo a tiempo parcial para jóvenes y adultos mayores.
Propone incentivar la productividad a través de la reducción de la jornada laboral a tiempo parcial, flexibilizar la contratación laboral, para darle mayor dinamismo al mercado laboral, fomentar la formalidad y hacer más flexibles no solo la contratación laboral, sino también los aportes al sistema de seguridad social.
De otro lado la Anif lanzó la idea de establecer un salario diferencial, de un 75% del mínimo, para jóvenes menores de 24 años en su primer año de trabajo.
Si bien las propuestas se presentan como una solución a los problemas del mercado laboral y tienen aceptación entre los gremios empresariales, analistas y organizaciones sindicales han expresado su rechazo porque consideran que iría en detrimento de los trabajadores.
Los ejes de la propuesta
El docente universitario, asesor laboral y conjuez de la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia Víctor Julio Díaz Daza explica que los cambios le apuntan a reducir la jornada laboral, regular el contrato a tiempo parcial (por horas) como modalidad válida de contratación laboral y los aportes a la seguridad social en este caso.
El proyecto del Centro Democrático propone la disminución de la jornada laboral a 45 horas semanales, que en la práctica ya se implementa por la mayoría de empleadores, según explica Díaz Daza.
Simultáneamente cursa otro proyecto de ley para disminuirla a 6 horas diarias, y 36 a la semana, por lo que el experto considera que las dos iniciativas deben ser armonizadas.
El proyecto introduce un contrato de trabajo por horas, días o semanas, cuando se trate de jóvenes entre 18 y 28 años que estén cursando estudios, o cuando se trate de mujeres mayores de 57 años y hombres mayores de 62 años. En este caso las cotizaciones al sistema de seguridad social y pago de prestaciones sociales se harán en proporción al tiempo laborado.
“Necesitamos cotizar por horas. Todas las personas que trabajan en Colombia deben tener derecho a cotizar a salud y a pensión, hasta los que ganan menos de 1 salario mínimo legal vigente”, ha señalado la ministra de Trabajo.
La propuesta de flexibilización laboral cuenta con el respaldo de los gremios y empresarios, que destacan la necesidad de ajustar la contratación a las nuevas tendencias del mercado laboral.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, asegura que es urgente revaluar los costos de los recargos dominicales y festivos, modificar el concepto de semana laboral.
No todo es color de rosa
El director Observatorio del Mercado Laboral de Cartagena y profesor de la Universidad de Cartagena, Dewin Pérez, afirma que lo que se discute con la propuesta del Gobierno y gremios responde más a un problema de economía política que a un problema técnico en relación a la creación de empleos productivos. “Es mas una puja por la apropiación del excedente económico”, indica.
Para el analista el punto de partida de la iniciativa es la rigidez del mercado laboral, lo que se podría entender como lo que limita al mercado para fijar salarios y demás aspectos de una relación laboral por oferta y demanda. “Se intenta entonces, desmontar los mecanismos de protección a los trabajadores que aún sobreviven para que sea solo el mercado oferta y demanda, sin ningún otro criterio de justicia y equidad”, indica.
“A eso se le llama flexibilidad laboral y es lo que se viene imponiendo desde inicios de los años noventa del siglo pasado y ahora se pretende llevarlo a su máxima expresión con la contratación por horas, el desmonte del salario mínimo y los salarios diferenciados por regiones entre otros aspectos”, señala.
Para el director de Cuso International, organización de desarrollo, Alejandro Matos, es necesario hacer un debate más consistente basado en el conocimiento de las propuestas que se han presentado sobre flexibilización laboral.
“Se deben separar las propuestas por sectores y garantías laborales, tomando en cuenta a las personas que ya están trabajando en el sector informal a quienes se les puede formalizar contratándolas por horas”, señala.
Para la organización es preocupante que quienes ya tiene un trabajo formal, ganando un salario mínimo con garantías laborales, se les pueda entrar a contratar por horas, lo que crearía a la precarización laboral.
Menos horas, más productividad
Reducir la informalidad y el desempleo al tiempo que sube la productividad es la gran apuesta. El abogado Víctor Julio Díaz Daza dice que tener una larga jornada de trabajo no significa que haya una mayor productividad. Encuestas indican que los colombianos trabajan en promedio 8,25 horas diarias y 45,1 horas a la semana; sin embargo, la productividad laboral no presenta aumentos importantes en los últimos años; en 2016 fue de 0,6%; en 2017, 0,44%; y en 2018 fue de 0,52%. La productividad del trabajador colombiano es baja y no es homogénea entre las distintas ramas de actividad económica. En términos generales, América Latina está rezagada en productividad laboral frente a las principales economías del mundo y a la de otros países emergentes. En la región, Colombia solo supera a Perú, Guatemala y Bolivia, que ocupan las tres últimas posiciones.
Casos internacionales
Un debate similar al de Colombia se presentó en Chile, donde con proyectos orientados a reducir la jornada laboral de 45 horas semanales a 40, al igual que la flexibilización laboral, Chile es el sexto país con mayor número de horas de trabajo por año por persona, con 1.974 horas; Costa Rica es el segundo (2.212) y México con 2.225 tiene el primer lugar, según datos de la OCDE. Los otros países con las mayores jornadas laborales son Corea del Sur (2.069), Rusia (1.974) y Grecia (2.035). Estudios internacionales evidencian que en aquellos países donde se ha reducido la jornada laboral se han logrado aumentos en la productividad. Tal es el caso de Alemania, con un promedio de 1.363 horas trabajadas por persona al año, con el puesto 38 en la lista de la OCDE. Actualmente, Alemania es considerada como un país referente en cuanto a la armonización de la jornada laboral y la productividad, allí las negociaciones laborales se realizan por sectores y cuentan con el respaldo de una importante fuerza sindical, pues el 62% de las empresas cuenta con un sindicato. La hora de trabajo mínima está en el orden de los 9,12 euros (unos $35 mil) y los trabajadores pueden gozar de 24 días de vacaciones remunerados al año. El valor de una hora de salario mínimo en Colombia es de $3.450,48 y es uno de los países con menor número de trabajadores sindicalizados.
Nueva realidad laboral
El Código sustantivo del Trabajo de Colombia data de 1950. La Constitución de 1901 le ordenó al Congreso que expidiera el Estatuto del Trabajo y 28 años después no lo ha hecho.
El código, que es considerado obsoleto, contiene tres formas de contratación: a término fijo, por la duración de la obra o labor contratada, y el contrato indefinido. Las tres se fundamentan en una jornada de 8 horas diarias, y 48 semanales.
“La transformación tecnológica, la flexibilidad de los jóvenes que quieren trabajar desde su casa y el mundo cambiante, requieren darle un poco de posibilidades a las personas de trabajar de forma distinta, pero respetando los derechos de los trabajadores, lo cual será siempre nuestra prioridad”, dice la ministra Arango. Por su parte, el abogado Víctor Díaz afirma que el mundo cambió y la tecnología impregnó las relaciones laborales. “Vemos que el teletrabajo se abre paso en el mundo sobre todo en los milenials y centenials. Es hora de adaptarnos al cambio”.
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