martes, 26 de mayo de 2020

LABORAL / MERCADO DE TRABAJO. Uruguay. Coronavirus. Proceso de automatización laboral.

CAMBIO EN URUGUAY

Analistas afirman que el coronavirus acelerará el proceso de automatización laboral en empresas

La llegada de la pandemia obligó a muchas empresas a adelantar procesos ya previstos o incluso a explorar de forma veloz el cambio tecnológico.




La previsión inicial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) era que para el final de este año hubiera 25 millones de desempleados en el mundo. Sin embargo, debido al coronavirus, se espera que cerca de 195 millones de trabajadores pierdan su empleo en el segundo trimestre del año.
Uruguay no escapa a esta realidad, si bien aún los datos oficiales no permiten visualizar la cantidad de desempleados por el coronavirus (se conoció la cifra de desempleo de febrero que ascendió a 10,7%), se espera un impacto negativo en el mercado laboral.

Esta situación ha implicado una necesidad de reestructuración en las empresas, nuevas formas de trabajo impulsadas por la tecnología, y hay analistas que creen que la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus ha acelerado el proceso de automatización en el ámbito laboral dada la exigencia de aislamiento social.
Marcelo Cagnani, gerente senior de IT Advisory de la consultora KPMG, dijo a El País que al día de hoy ya hay empresas uruguayas aplicando Automatización Robótica de Procesos (RPA, por sus siglas en inglés), debido al impacto que ocasionó el COVID-19.
Según explicó Cagnani, la RPA permite automatizar procesos que son estandarizados, transaccionales y altamente repetitivos dentro de las empresas, y se puede aplicar tanto en el front de la compañía (el área que tiene contacto con el cliente), el middle (el área que da soporte al anterior) y el back (el área de operaciones).

“Las empresas se están viendo en un escenario nuevo en el que deben atender a los clientes por otros canales para los cuales no estaban preparados. Eso genera cambios en los procesos que no estaban del todo adaptados y es ahí que se comienzan a automatizar procesos”, explicó Cagnani.
La automatización de algunos trabajos es un desafío para actuales y futuros empleados. Foto: Archivo El País
La automatización de algunos trabajos es un desafío para actuales y futuros empleados. Foto: Archivo El País
Así aparecieron las oportunidades de automatizar ciertos procesos y hay tres diferentes niveles para hacerlo. El primero es el básico que implica automatizar procesos repetibles, transaccionales y con reglas de negocios claros. El segundo es más avanzado, implica una automatización mejorada y se utiliza cuando el nivel de los datos que utilizan esos procesos no está del todo estructurado. En este caso se aplican técnicas de aprendizaje (machine learning). El tercer nivel es el más complejo, tiene que ver con lo cognitivo, cuando el software ya puede razonar como una persona.
Según indicó Cagnani, la pandemia “está acelerando esos procesos de automatización, y está provocando que las empresas que ya tenían decidido hacer RPA lo apliquen de forma más rápida, de un día para el otro”, con el objetivo de que sus trabajadores “puedan enfocarse en otras tareas más analíticas”.

En la misma línea, de acuerdo con el gerente general de Manpower, Fernando Aldabalde, a causa del coronavirus las empresas uruguayas “tuvieron que revisar los procesos organizacionales tradicionales en unas pocas horas para reconfigurar sus operaciones y forma de trabajo”.
Esto implicará que “cuando se levante el telón, la vida para muchas de estas compañías no será la misma que antes, habrá una nueva normalidad. Van a emerger nuevas formas de trabajar y muchas personas quedarán sin trabajo y tendrán el reto de reciclarse para aumentar su empleabilidad”, explicó Aldabalde.
Los trabajadores que conserven su empleo cuando esta crisis termine, “deberán asumir la gran responsabilidad de transformarse a sí mismos y adquirir nuevas habilidades”, analizó Aldabalde, dado que deberán estar “en consonancia con el nuevo contexto”.
Por su parte, el director de Advice, Federico Muttoni, explicó que el COVID-19 “les aceleró la transformación a todas las empresas”, a algunas de forma negativa y a otras positivamente.

Según indicó, aunque todas las compañías “han sufrido de una forma u otra”, las que previo a la pandemia ya estaban implementando algún programa de innovación, automatización o teletrabajo, “estaban varios pasos adelante que las otras y van a salir (de esta crisis) con menos abollones”, señaló.

Las empresas cuyos trabajadores realizaban actividades monótonas, repetitivas, nada creativas y con poco valor agregado “tenían que prever que les iba a llegar una situación que iba a cambiar su forma de trabajar, quizás en un plazo mayor que el que ha sucedido ahora claramente”, reflexionó.
En el corto plazo, según el gerente de Manpower habrá una “fuerte tendencia hacia la deslocalización del trabajo”, es que “en muchos casos, la vuelta a la oficina tendrá cambios importantes” ya que la llegada del coronavirus demostró a las empresas “los beneficios de la digitalización” como una forma de ahorrar costos.
Para el abogado especializado en temas laborales, Ignacio López Viana, estos fenómenos de automatización y adopción de tecnología en el ámbito empresarial, “llevarán a una transformación de las relaciones laborales” y también implicará abandonar la visión tradicional del derecho del trabajo.

Advirtió que si bien las nuevas formas de empleo que propone la tecnología “van a poder generar nuevas oportunidades en algunos sectores, en otros va a implicar la destrucción de puestos de trabajo”.

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